LA PASIÓN DE CRISTO, DE MEL GIBSON

Para mí, como creo que ha ocurrido a otros muchos, La pasión de Cristo, de Mel Gibson, supuso un antes y un después en nuestra trayectoria espiritual. No significó para mí una novedad el acercamiento a la figura de Cristo, pues nací y fui educado en el seno de una congregación evangélica. Pero debido  a mi  escasa constancia y a las influencias externas, exacto es confesar que cuando acudí a ver la película mi fe se había hasta cierto punto debilitado. Cierto que algo me impulsó a acudir al cine nada más estrenarse el film, pues mantengo hacia la figura de Cristo una fidelidad discipular. Puntualizaré que aun en los años cuando la disipación me alejó de sus enseñanzas, se mantuvo latiendo en mi interior la resonancia de su Palabra. Cuando más me hundía en el pecado más pesaba en mi alma la losa de su Verdad.
He de decir que cuando el estreno de la película, yo había regresado al aprisco de la iglesia. Trataba de llevar una vida acorde al dictamen evangélico, pero no puedo negar  la tibieza de mi consagración cristiana. Por eso la película significó un revulsivo. El palo de la dureza de sus imágenes es quizá lo que iba requiriendo nuestra fe adormecida. Viendo en carne  viva la crudeza del sacrificio de Jesús, nuestro endurecido corazón pareció quebrantarse. Ante la vitalidad de una crucifixión sin concesiones, nuestra sensibilidad herida hubo de mirar hacia otra parte. Acudió la congoja a nuestra alma en no pocas secuencias, trasmitida por una iconografía llamada a perdurar.
Sin duda Mel Gibson es de los pocos directores que se han enfrentado al evangelio sin reticencias,
guiado en muchos momentos por el misterio de la Palabra.

A algunos parecerá la película violenta, incluso sádica en algunas escenas, pero ¿acaso no forma eso parte del pecado humano que Jesucristo expió en la cruz? Fue herido por nuestras rebeliones, azotado por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus llagas fuimos nosotros sanados...
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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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